La felicidad no depende de tu VIH

la felicidad no depende de tu VIH

De entre todas las vidas puede que esta no sea la que siempre haya pensado en tener, pero desde luego, de no haber tenido esta, no hubiera pensado en esas otras. Y de haber tenido otra, puede ser que entre las que quisiera tener estuviera esta. Paradojas, inconformismos, realidades o verdades. No valoraré mi vida desde ningún punto, ya que la felicidad no depende de tu VIH. Ya no me da tiempo a ser astronauta ni director de un complejo hotelero en una isla aislada. Tampoco podría asegurar cuál ha sido el mejor momento de mi vida, en mi caso, casi nunca cualquier momento pasado fue mejor, y confío de una forma extraña en el futuro y en tiempos mejores. De vez en cuando, el virus me recuerda que el pasado fue mejor sin él, y en este presente, su realidad de vez en cuando me altera. Sin embargo, la felicidad no depende de tu VIH.

En un momento, paseando por la calle, me cruzo con dos, tres, cinco personas. Tal vez una tarde y tres cafés no sean suficientes para intentar entender la vida según alguno de ellos, para escuchar sus problemas, su infancia feliz o infeliz, y su adolescencia llena de miedos o complejos. Tal vez, en una semana llena de cafés, pueda empezar a entenderle, pero desde luego, no estoy yo por la labor de ponerme a conocer a todo el que pasa por la calle. Sin embargo, me hago pequeñito cuando miro a los ojos de tanta gente anónima para mí en aeropuertos, estaciones, e intento navegar en sus expresiones, en las arrugas de su cara, e intento imaginarme cuál es el motivo de sus penas y alegrías. Tantas historias como personas: terribles, felices, angustiosas, o tremendamente románticas y afortunadas. Y aun así, sé que la felicidad no depende de tu VIH.

Dicen que la gente que está contigo en esta vida ha desempeñado otro papel en torno a ti en vidas pasadas. No sé si habrá vidas o vendrán otras, pero interactuamos entre quienes nos importan, y muchas veces sus vidas llevan nuestro tiempo… tantas vidas y tantas historias.

¿Conoces a alguien que siempre diga «Soy feliz»? Nunca he conocido a nadie que se considere demasiado afortunado ni demasiado feliz. La felicidad no depende de tu VIH, y no puede ser por demasiado tiempo un estado; son momentos que debemos aprovechar. Pero una vez escalada la montaña, buscamos otra y no disfrutamos de la felicidad de haber llegado a la cumbre.

Mi infancia no fue demasiado feliz. En mi adolescencia, viví en los problemas de mis padres. Me fui de mi ciudad sin saber que necesitaba alejarme para encontrarme a mí, mis miedos, mis metas, mis límites, y todo aquello no demasiado afortunado vivido tiempo atrás me dio la fuerza y la decisión para formar aquel presente. Pensaba que nunca me llegaría a arrepentir de nada que hiciera si lo llegaba a hacer. Me equivoqué también.

Con el único poder de mi palabra escribo en este blog, cargado de un virus que me ha enseñado otra vida, y tan dispuesto a aprender, escuchar y entender como nunca lo estuve antes. Porque ahora también aprendo de vosotros, que me hacéis llegar vuestra palabra y me contáis vuestros días, vuestras noches, vuestros miedos… Y si pudiera, dedicaría mis días y mis noches a tomar café con vosotros, para poder escuchar ese dolor que no sabéis cómo hacer salir. Para quitarle importancia a la vida y saber que cada cosa bella que nos muestra es más bella aún por poder recordarla mucho tiempo, porque al final, la felicidad no depende de tu VIH.

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Escrito por:Peon de Rey de Negras Todos los post del autor:

Estoy aquí para enseñarte que hay gente “positiva” que lucha, sigue y que esta cerca, dispuesta a contar sus miedos, sus dudas y su evolución. A responder lo que sepa y apoyar en lo que pueda.

3 pensamientos en “La felicidad no depende de tu VIH”

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