el comienzo

En el momento en que decidí por propia voluntad y confundido por un absurdo deseo que reorganizo mis preferencias, mis miedos y mi vida dejar a mi pareja fue el momento en que sin saber demasiado bien como me deje llevar por otra persona, me aproxime a su vida, a sus cosas, a sus costumbres y entre sitio y sitio, viaje y viaje… conociendo a gente se me pasaron casi dos meses en los que poco a poco la consecuencia de mi decisión fue convirtiéndose en no poder entender que hacia yo con la persona equivocada, no despertarme y ver a quien se había ido… no compartir cada pequeña cosa con quien ya no estaba y no poder contarle cada tontería de mi día… de mis días que pasaban y se hacían cada vez mas oscuros.

Cobarde, lleno de miedo me deje ir… lo perdido ya estaría demasiado lejos y mi decisión estaba ahí. TODO esto solo habla un poco de los sentimientos cuando dejas a alguien y luego te das cuenta de lo que le amas, de lo que le necesitas, por mucho que haga la nueva persona nunca llegara a alcanzar cualquier poca cosa que hacia la anterior… Habla del arrepentimiento, del error.

Un día esta persona que se había introducido en mi vida me contó que era VIH+, increíble información y complicada de encajar, sobre todo para mi que siempre lo había visto como una enfermedad breve y mortal, según el estereotipo de la televisión o de muchas películas. No tarde en informarme, en comprobar que las parejas serodiscordantes existen, conviven y son felices. Y con ese propósito, el de convivir, no me deje llevar demasiado por el miedo… aunque el periodo de normalizacion de la nueva situación fue intenso.

Al mes y medio me hice las pruebas y salieron negativas. Él me acompaño, tenia mucho mas miedo que yo… era navidad, comí el turrón en mi casa un poco más tranquilo. Las cosas empezaron a ir un poco peor, yo no encajaba en su vida, en sus principios y por mucho que le repetía que me era complicado quererle con la misma intensidad que él a mi, no termino de entender todas las consecuencias de eso. Algunas veces cuando dejas a alguien sin encontrar demasiado motivos tardas mucho tiempo en aprender a volver a querer… y mas si te vas dando cuenta que a quien quieres es a quien se ha ido.

Dejamos de vernos sin despedirnos, nunca respondí a ese café pendiente…

Dejar una respuesta